“Te cabe el machismo”: Colectivo de Varones desobedientes
El Colectivo de Varones Desobedientes es una organización independiente y autogestiva ubicada en el municipio bonaerense de Morón y que “intenta tener un perfil comunitario”, aseguró Pablo Ezequiel Rodriguez, de 36 años, quien fue entrevistado para dar a conocer su idea y propósito del colectivo que delega, donde pertenece desde sus comienzos, hace 8 años. Por otro lado, también se entrevistó a Santiago Ariel Mastroianni, de 28 años, quien también forma parte del grupo hace 5 años gracias al taller que hace la organización, llamado “¿Te cabe el machismo?”.
Esta organización tiene como objetivo promover el cuestionamiento de la masculinidad tradicional y contracturada para llegar a más varones y hacerles poner en duda la práctica del abuso del poder. El colectivo se desarrolla y promueve hace ya 8 años, en sus inicios eran pocos miembros pero con el paso del tiempo fueron cambiando para que el colectivo pudiera llegar a lo que es hoy, con su objetivo y motivación. Rodríguez y Mastroianni manifiestan su deseo: “Nosotros deseamos llegar a todos los varones o, por lo menos, que todos los que puedan se pregunten qué les pasa con su masculinidad, con su lugar de poder que tenemos nosotros como varones”.
Por otro lado, Rodriguez comentó cómo empezó todo este proyecto, y cómo pasó de ser “una juntada de hombres” que se sentaban a hablar y plantearse cosas, a un colectivo comunitario: “Todo empezó porque nuestras compañeras de laburo, de vida y de militancia empezaron a interpelarnos, esto arrancó todo como una juntada de varones a ver qué nos pasaba, con nuestros machismos y con nuestros privilegios”.
¿Te cabe el Machismo?
Los “Te Cabe”, como lo llaman ellos, son talleres que comenzaron a implementar hace 5 años, consecutivamente una vez por mes todos los años, sin fines de lucro. “Un taller en el que vienen varones por su cuenta y nosotros lo que hacemos es llevar una temática principal para que se empiece a desarrollar, para después ir laburando por lo general con los emergentes de los varones que vienen”, aseguró Mastroianni comentando la organización. Los que ejercen movimiento para que este colectivo crezca y se dé a conocer para el afuera son dos varones pertenecientes a este, Mastroianni y Juli, un compañero que nombraron en la entrevista, quien es también delegado del colectivo: ambos son los responsables encargados de las redes sociales y de salir a las calles de Morón, y de la localidad de Castelar, a pegar carteles que decían: “Chabon, ¿sabés que revisarle el celular a tu compañera también es violencia?”, en los que invitan a varones para ser partícipes de este taller en el centro cultural UAYJ.
Esta imagen representa el logo del taller que dan, la cual también tienen pegatinas para celular y las utilizan más para lograr que los varones se lo planteen que para que se sumen al taller y/o al colectivo. “En relación a las pegatinas, nos interesaba más salir a interpelar que hacernos conocer, estábamos en un proceso medio endogámico, metidos para adentro”, manifestó Rodriguez, quien también dijo que utilizaban este método para que más varones se pregunten sobre cómo ejercen el machismo en su vida.
¿Qué hacen?,¿Cómo se organizan?
Este proyecto comenzó como una juntada de varones para replantearse sus machismos adquiridos por la sociedad y cuestionarse “lo que nadie se cuestiona”. Cuando lo empezaron a llevar a cabo, pusieron un día y una hora fija para reunirse y comentar lo que sea necesario dependiendo el momento de cada uno, todos los martes de 8 a 12 de la noche. “La forma de organizarnos es, primero, plantear los emergentes. Si algún compañero necesita hablar de algo se le da prioridad siempre a eso, tratamos de que sea relacionado a nuestras masculinidades, pero hay veces que nos está pasando otra cosa que necesitamos hablar. También hacemos el temario y vemos qué hay que hablar en relación a las fechas”, afirmó su delegado. Esto sucede ya que, a los integrantes y organizadores de este colectivo, los llaman de colegios para que vayan a dar talleres: estuvieron en formación docente, en articulaciones con espacios estatales y también aseguran estar en sistematización de su experiencia.
En el colectivo comenzaron siendo 8, de aquel grupo inicial quedan 3. Se fueron sumando y bajando con el paso del tiempo, pero así y todo es el único colectivo en el oeste que se mantuvo tanto en el tiempo. “Lo que creo que nos mantiene es que nos encontramos con personas con el mismo deseo. También tiene que ver con que la mayoría venimos de una militancia de base, atravesada por la educación popular”, aseguró Rodriguez.
Para que algún varón se sume tienen que pasar 3 años de ser partícipes del taller “¿Te cabe el Machismo?” para que esté al tanto de lo que se hace, cómo se trabaja. Al tiempo, si al colectivo le parece que le gusta lo que aporta y el tiempo que le dedica, le hacen la propuesta y, si acepta, se suma y empieza a formar parte del mismo.
Por otro lado, sobre la cuestión relacionada a la difusión, tienen tres medios, uno es un grupo de WhatsApp, después una página de Facebook e Instagram, a lo que ellos aseguran: “Quizá no lo utilizamos tanto como podríamos llegar a hacerlo con la potencialidad que tiene, pero le intentamos meter cabeza”.
Varones Desobedientes
Este logo es el representante del colectivo y allí expresan el signo de pregunta más el signo representativo de los varones, justamente para que ellos se hagan la pregunta de quiénes son, qué hacen y cómo actúan frente a su masculinidad, si realmente piensan que no hay nada que cambiar. “También entendemos que no tenemos la varita mágica”, aseguró Santiago Mastroianni al estar comentando sobre la influencia que le quieren generar a los varones con su pregunta reiterativa en su colectivo.
Por último, Santiago y Pablo, delegados del colectivo de varones, al finalizar la entrevista dijeron que si con una frase tendrían que conquistar a un varón para que se sume a su taller de todos los sábados, los “Te cabe”, dijeron: “Le diría “Veni Chabon”, que estamos seguros que puede tener una vida mejor, tanto para él mismo como también para con las personas que se vincula.Que no es un camino fácil, es un camino de soltar privilegios y en el que te empezás a encontrar con momentos de angustia. Y que tal vez pensás que no querés pero, cuando pasas esa barrera, sentís placer de cuestionarte”.
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